miércoles, 9 de marzo de 2011

Mi entrada a lo grande en el Rock

Hoy voy a hablar acerca del momento en el que me convertí en un fan masivo de la música.

Recuerdo que tendría unos 13 años, más o menos en 1988, por tanto debía cursar octavo de EGB. En aquel momento estaba muy de moda el acid house, un tipo de música repetitiva destinada a las discotecas y que era un derivado del house. El emblema de este tipo de ¿música? era un carita amarilla sonriente. Tengo un recuerdo muy vívido de todo esto, porque a la mayor parte de mis compañeros de clase les encantaba este tipo de bazofia sonora. Ya por entonces sentía un rechazo indescriptible por este tipo de música. Además era un momento en el que estaba empezando a leer mucho sobre música rock y estaba empezando a interesarme por grupos de los que había oído hablar, pero jamás había escuchado.

Tengo que decir que hasta ese momento, y supongo que gracias en gran parte a mis progenitores, ya era bastante fan de los Beatles, pero aún no había entrado de lleno en el mundo del rock. Como explicaba antes, empecé a leer mucho sobre música gracias sobre todo a la Enciclopedia de la Música Rock de Salvat que estaba, y aún está, en casa de mis padres. ¡Bendita enciclopedia! Los dos primeros grupos importantes sobre los que leí fueron Led Zeppelin y Pink Floyd. Creo que hasta ese momento no había escuchado ni una nota de esos grupos, al menos conscientemente. En lo primero que me fijé fue en la discografía y logros de Led Zeppelin, así que ni corto ni perezoso, me compré el vinilo (sí, ¡el vinilo!) de Led Zeppelin II. Desde el momento en que escuché las primeras notas de Whole Lotta Love, me quedé enganchado. Lo siguiente que recuerdo es comprar el cuarto disco en estudio, el de Stairway To Heaven, y así hasta que completé toda su discografía. Con Pink Floyd, exactamente lo mismo, pero empezando por Dark Side Of The Moon y The Wall.

Es curioso porque en ese momento me sentía un bicho raro. Pensaba que era la única persona de toda la escuela a la que le gustaba el rock, y tenía la sensación que los demás chavales solo disfrutaban con el acid house. Solo recuerdo a un tío repetidor que ya entonces era fan de Slayer, pero en aquel momento tampoco me identificaba demasiado con ese tipo de música, así que me encontraba en tierra de nadie, o al menos esa era mi sensación.

Ahora que han pasado más de 20 años de aquello, diría que el tiempo me ha dado la razón, porque ¿quién demonios recuerda ahora el acid house? Sin embargo, Led Zeppelin suenan más modernos que nunca. Y si no, una muestra:



En el próximo artículo hablaré sobre otro gran cambio en mi manera de entender la música.

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