domingo, 22 de mayo de 2011

Encuentros

La eterna pregunta. ¿Es buena idea conocer a tus ídolos musicales? ¿O es mejor olvidarse por si acaso tu héroe de la infancia es un capullo egocéntrico?

Aunque no viene al caso porque no se trata de un músico, recuerdo que en marzo de 2001 me encontraba en Berlín por motivos de trabajo, y en el hotel que me alojaba, me encontré al mismísimo director Roman Polanski en el hall. Mi primer instinto fue acercarme a él para decirle algo, pero cambié de opinión en pocos segundos, ya que se le veía de muy mala leche y estaba discutiendo con la gente de recepción. Mirando atrás creo que debí hablar con él. Habría sido divertido que el gran Polanski me hubiese mandado a tomar por el culo.

Lo cierto es que yo he tenido muy pocos encuentros con músicos famosos, y no pasan de mera anécdota, pero siempre es gracioso recordarlo.

Hace bastantes años, el grupo Mad Juana, con el ex-Hanoi Rocks, Sami Yaffa, actuó en un bareto de un pueblo de Mallorca. Creo recordar que fue en Muro, pero no lo puedo asegurar. Fui con un colega, más que nada por mitología rockera, ya que se trataba del bajista de la formación clásica de Hanoi Rocks. Su grupo no era gran cosa, pero tras el concierto tuvimos ocasión de charlar unos minutos con Sami, y lo cierto es que fue muy amable. Recuerdo que le preguntamos medio en broma, medio en serio, cuando pensaban reunir a Hanoi. No nos dijo nada, pero se puso a reír de buena gana. Curiosamente esa reunión se produciría un tiempo después y en la actualidad, aunque Hanoi Rocks se han separado definitivamente, su cantante Michael Monroe ha publicado un nuevo disco en solitario, y por supuesto ha contado con Sami. De hecho estos días están de gira por España.



Hace también un buen puñado de años vi al gran B.B. King en la plaza de toros de Palma. El concierto fue genial. Me alucinó que un tío tan mayor pudiera sacar ese sonido tan puro de su guitarra. Tras el concierto, mi colega y yo, decidimos esperar a que saliera para darle la mano y presentarle nuestros respetos. Desgraciadamente salió con un guardaespaldas enorme y aunque pasó muy cerca no pudimos ni tocarle. Fue gracioso, porque King tenía la intención de darnos la mano, pero el guardaespaldas no hacía más que empujarnos.



En la antigua sala Sonotone de Palma también he disfrutado de muchos conciertos interesantes. Ahora mismo me vienen a la mente los Killer Barbies. Genial concierto, muy divertido y enérgico. Recuerdo que su sexy cantante, Silvia Superstar, había decorado su pie de micro con barbies maquilladas como Kiss. Cuando terminó el concierto fuimos a sus camerinos para felicitarles por el concierto y fueron extremadamente amables. Lo que más me impactó fue lo dulce que es Silvia cuando hablas con ella tranquilamente, en comparación con el torbellino en el que se convierte en vivo. Muy buena gente.



Siguiendo con la Sonotone también recuerdo haber visto un par de veces a los mallorquines Sexy Sadie. Los conciertos fueron correctos, pero personalmente iban en plan de divas, como si vendiesen millones de discos o fuesen los Stones. O igual tenían un mal día.



No hay comentarios:

Publicar un comentario